miércoles, 27 de abril de 2022

La veleta es como un compendio de pareceres


    Encarnita había cumplido ya los treinta y, recién terminados sus estudios, se puso a trabajar en la empresa privada. Pero el nivel de exigencia le producía ansiedad. Desistió.

Con mi titulación no tengo porqué aguantar esto, pensó.

    Cambió de rumbo. “Opositaré, agarraré una buena plaza que, cómodamente, me solucionará la vida” –decidió. Pero ante semejante avalancha de afines y la temática difícil, renunció también. Intentó meterse en las Fuerzas Armadas; no pudo ser, estaba fuera de la edad reglamentaria.

    Otro giro. Al vivir cómodamente con sus padres se arrimó a un partido político con la esperanza, con disciplina y adoctrinamiento adecuados, hacer carrera. Ahí no exigían nada; sólo sumisión. Le gustó. Emanaba una música de fondo ambiental que reflejaba solidaridad, buenismo, ayuda a marginados…, todo a raudales, con palabrería adecuada.

No cobraba; pero si salían elegidos, le procurarían un puesto bien remunerado. Con esta esperanza, Encarnita se dedicó de lleno a manifestarse, según guión, contra la xenofobia, el machismo, violencia de género… Ah, y a favor de quitar fronteras y subvencionar a los parados. Sublime.

    —Compañera, vas a poder aplicar solidaridad sin salir de casa –díjole un superior- hemos concedido una vivienda a unos marginados en tu bloque.

    Encarnita vio venir el nubarrón; barruntó que la veleta de sus pareceres tomaría otro giro; no contaba con esto. Aun así respondió: Fenomenal, compañero.

    Eran extranjeros; en pocos días pusieron las zonas comunes hechas un cristo. Alborotaban a deshora, robaban, no pagaban comunidad, ni electricidad ni agua…

    Comprobó que una cosa es predicar y otra dar trigo. Sus ideas solidarias le desaparecieron a velocidad de vértigo. Tuvo que denunciar.

    —Parece mentira compañera; has traicionado al partido, veíamos en ti el ejemplo y espejo de bondad y solidaridad y resultaste una intolerante aferrada a ideas capitalistas.

    Esto se oyó Encarnita de un mandamás del partido. De los que llevan guardaespaldas, de los que se forran, de los que  predican la igualdad.  

 

 

Vicente Galdeano Lobera